Inició su carrera en 1951, en uno de los equipos juveniles de Sonsonate, de donde emigró hacia el oriente del país para destacar como uno de los mejores porteros en la historia de Águila. Al menos así lo califican muchos aficionados duros del equipo emplumado.Luis López hizo carrera en Águila y Atlético Balboa, que para aquella fecha jugaba en la Liga de Ascenso. Además fue integrante de selección nacional –cuya camiseta vistió en más de 40 ocasiones– y con ella se coronó subcampeón de Centroamérica y del Caribe en 1961.
El exportero se retiró del fútbol cuando rondaba los 30 años, pues la paga no le servía para vivir y mantener a su familia solo del balompié. Tuvo que buscar nuevas formas de supervivencia.
Eso sí, antes de dedicarse al fútbol de manera profesional cumplió con servicio militar –soñaba con ser parte de la Marina nacional–, algo que no le impidió mantenerse en activo.
Tuvo dos ciclos con los migueleños, de ellos el segundo fue el más resaltante
El apodo de “Catuta” le llegó en los años que jugó en Sonsonate, puesto que según sus amigos su estatura no era muy alta, aunque en la época de apogeo de sus condiciones llegó a medir 1.81 metros, nada mal para ser portero.
“Catuta” López es reconocido por la gente de antaño, y hace 10 años recibió un homenaje por parte de la Alcaldía de San Miguel por su labor en la portería emplumada, aquella que defendió con sangre, sudor y lágrimas.
El portero ganó dos campeonatos con Águila en sus primeras dos temporadas en el equipo, toda una gesta para el exarquero de fútbol.
El 5 de septiembre de 2008 perdió la vida después de sufrir un accidente casero. Hacía algunos trabajos en el techo de su vivienda y falleció por un golpe en la cabeza.
