Pedro Antonio Ramírez, mejor conocido como “el Tentación”, fue de los mejores porteros en el fútbol nacional de la década de los cincuenta. Consiguió salir campeón con los dos grandes de San Miguel y se hizo de un nombre imborrable en el fútbol nacional. Pero el real surgimiento de este portero se dio en la tercera división, con el Club Deportivo Internacional, con el que comenzó a demostrar sus dotes y elasticidad y de ahí dio el salto para ser de los que llevan el calificativo de campeones nacionales.Militó en Águila y Dragón. Desde temprana edad ganó títulos, pues en 1952, con apenas 18 años, consiguió el ascenso con Dragón, equipo con el que siempre simpatizó y que se ganó su amor desde temprano. Fue parte de los verdolagas que en varias ocasiones disputaron el clásico ante FAS, antes de que el clásico nacional se asignara a Águila y FAS.
Empero, después de sus grandes tardes con los dragonianos, Águila se hizo con sus servicios en 1956 y con los migueleños fue parte de un plantel rico en talento con “Cariota” Barraza, “Quelepa” Flores, “Chiquitín” Benavides, “Maquinita” Merlos, entre otros. Con esa generación de estrellas levantó dos títulos nacionales, que sumó a su expediente.
Con Águila, Ramírez dejó sus mejores años y estuvo en muchas ocasiones alternando en la titularidad con Luis “Catuta” López y Atilio Pineda.
Se retiró en los setenta, cuando el fútbol local vivía sus mejores años y los estadios colmaban de aficionados. Llegó a jugar con el hermano mayor del “Pelé” Zapata y con Félix Pineda, nombres grandes de Águila.
A pesar que sus comienzos los dio en el equipo dragoniano, fue en la casa emplumada donde se consagró como futbolista.
Tras retirarse como jugador se dedicó a desempeñarse en diferentes oficios para tratar de sobrevivir.